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Metabolismo energético: Dale a tu cuerpo la energía que necesita

equilibra tu metabolismo

La productividad del ser humano se mide en pérdidas y rendimientos, tanto en las labores, como durante el descanso y sueño, el cuerpo requiere de aportes energéticos para mantener activas sus funciones básicas; tales como: La función respiratoria, la función cardiovascular, la función cerebral, la función digestiva, etc. Además de contar con energía adecuada para cumplir con las actividades diarias.

El suministro de energía es vital para mantener la vida en una persona, por lo que, es indispensable reponer la energía perdida en el día para no debilitar el cuerpo y hacerlo propenso a caer en enfermedades. Precisamente, el alimento que consumimos a diario, sirve para el desarrollo, reparación, mantenimiento, protección del cuerpo y para la generación de energía corporal; esto quiere decir que, lo más importante es cuidar de la alimentación para contar con la salud y energía adecuadas.

¿Qué es el metabolismo energético?

El metabolismo energético es parte del metabolismo energético celular, provee al organismo de todo ser vivo, el poder realizar sus funciones fisiológicas. Es decir, el metabolismo es un conjunto de reacciones químicas que sustentan la vida, teniendo 3 propósitos principales: La conversión de los nutrientes de los alimentos en energía para ejecutar los procesos celulares, la conversión de los alimentos en componentes básicos para proteínas, lípidos, ácidos nucleicos, algunos carbohidratos y la eliminación de desechos metabólicos.

El cuerpo necesita de esta energía para sostener la actividad diaria, movernos, crecer e incluso pensar; también es necesaria para mantener la temperatura corporal y para la fragmentación, reparación y formación de los tejidos.

La medición de la energía debe diferenciarse entre la energía consumida y la cantidad de actividad física desarrollada; el entrenamiento físico, por ejemplo, puede ejercer una gran influencia en la modificación de ciertos patrones estructurales y funcionales relacionados al metabolismo energético. En el proceso de medición, es necesario tomar en cuenta estos factores:

  • Durante el reposo, se genera calor, por lo que la energía térmica de una persona es el resultado de la diferencia entre la energía total del esfuerzo y la energía basal, que es la que se genera cuando descansamos.
  • Solo un 25% de la energía de los alimentos se proyecta en forma de movimiento. El 75% de esta energía se pierde en forma de calor.

Tipos de metabolismo energético

De acuerdo a muchos especialistas en nutrición, pueden identificarse 3 tipos de metabolismo:

  1. Metabolismo proteico: Las personas que tienen este metabolismo son menos propensas a la ingesta de azúcares y tienen preferencia por dietas ricas en proteínas y grasas animales; pero suelen tener hambre con mucha frecuencia.
  2. Metabolismo carbohidratico: Las personas con este tipo de metabolismo, tienen apetito moderado y preferencia por los dulces, harinas y estimulantes como el café; presentan variaciones en su peso y les cuesta alcanzar estabilidad con el mismo.
  3. Metabolismo mixto: Quienes tienen este tipo de metabolismo se nutren por ambas formas (metabolismo proteico y carbohidratico) y suelen mantenerse en márgenes moderados de hambre, pero, cuando la alimentación falla, suelen tener muchos problemas de fatiga.

El metabolismo energético celular, también se presenta en dos fases, una que se ocupa de liberar energía, rompiendo vínculos químicos; y la segunda que se encarga de emplear esa energía formando nuevos enlaces químicos y componer nuevos compuestos orgánicos.

  • Catabolismo o metabolismo destructivo: Los procesos liberadores de energía, se realizan a partir de la ruptura de enlaces químicos presentes en los nutrientes, a través de la hidrólisis y oxidación, que convierten las moléculas complejas en otras más simples.
  • Anabolismo o metabolismo constructivo: Se realizan procesos constructivos que consumen energía química, para realizar el proceso inverso al catabolismo y formar moléculas más complejas a partir de estructuras simples; y así, suministrar proteínas, lípidos, polisacáridos y ácidos nucleicos al organismo.

Trastornos metabólicos

Los trastornos metabólicos ocurren cuando existen en el cuerpo, reacciones químicas anormales que interrumpen el proceso del metabolismo. Cuando esto sucede, es posible que tenga demasiadas o muy pocas sustancias que son necesarias para mantener saludable el organismo. Existen distintos grupos de trastornos, algunos afectan la descomposición de los aminoácidos, los carbohidratos o los lípidos; o también están las enfermedades mitocondriales que afectan la parte de las células que produce energía.

Normalmente, las enfermedades metabólicas aparecen cuando órganos como el hígado o el páncreas dejan de funcionar correctamente. La diabetes, por ejemplo, es considerada un trastorno metabólico. Son cientos los trastornos del metabolismo, pero, menciono los más comunes:

  • Obesidad
  • Asterosclerosis
  • Enfermedad de Tay-Sachs
  • Diabetes
  • Hipercolesterolemia
  • Hiperlipidemia
  • Fenilcetonuria
  • Intolerancia a la lactosa
  • Porfiria
  • Enfermedad de Wilson

Fuentes de energía del cuerpo humano

Para lograr mantener un metabolismo energético funcionando correctamente, es primordial darle al cuerpo muchas fuentes de energía que se basan, principalmente, en la alimentación que llevamos. Si te interesa conocer cómo puedes aumentar la energía del cuerpo, te expongo los siguientes puntos:

  • Hidratos de carbono: Son la fuente más importante de energía para el organismo; estos están presentes en alimentos como verduras, cereales, frutas, lácteos y azúcares. Claro que, no todos los hidratos son iguales, por lo tanto, se recomienda llevar una dieta con aquellos de lenta absorción.
  • Grasas saludables: son fundamentales para cuidar muchas de las funciones del organismo y proteger las membranas celulares. Estas grasas las encuentras en las nueces y otros frutos secos, el aceite de oliva, el pescado, entre otros.
  • Proteínas: Son utilizadas por el cuerpo para producir energía, siendo su principal función la construcción de músculo; para ello, debes consumir alimentos como la carne, pescado, huevos, lácteos y toda la variedad de alimentos que contienen proteína.
  • Alimentos con vitamina D: El sol es una fuente de energía que proporciona vitamina D al cuerpo, esta vitamina es esencial para absorber el calcio de los alimentos; esto hace necesario el consumo de alimentos que contengan esta vitamina y tomar un poco de sol diariamente, pero con los cuidados necesarios de la piel.
  • Descansar: Dormir lo suficiente es un factor determinante para una buena salud, lo recomendable es dormir de 6 a 8 horas a diario. Durante el descanso, liberamos el estrés y reforzamos el sistema inmunológico.
  • Respirar correctamente: Seguramente te parecerá extraño porque es una función que realiza nuestro cuerpo automáticamente, pero, podemos mejorar el metabolismo si prestamos más atención a la forma en que respiramos; por eso es muy recomendable hacer ejercicios de respiración diariamente, como darse unos minutos para realizar respiraciones profundas, largas, cortas y rápidas en distintos momentos del día.
  • Consumir complementos de triptófano y melatonina: Fue necesario explicar todo lo que conlleva el metabolismo energético para llegar a este punto. La melatonina es un neurotransmisor que ayuda a regular los ciclos de sueño, proporcionando descansos adecuados para reparar y generar energía. El triptófano es un aminoácido esencial que produce melatonina y niacina, una vitamina esencial para el funcionamiento del metabolismo energético.

En pocas palabras

El metabolismo energético es una garantía de vida, todos los seres vivos funcionan intercambiando materia y energía con el medio ambiente, a lo largo de la vida; por ello, el metabolismo nos acompaña desde el nacimiento hasta la muerte, trabajando sin interrupción. En el hipotético caso de que el metabolismo se detuviera, la muerte sería segura, ya que es imposible obtener la energía química para sostener las funciones del organismo.

Somos lo que comemos y lo que hacemos, por eso, la energía va a la par de nuestros hábitos y dietas. ¿Quieres mantener la energía del cuerpo en los máximos niveles? Mantén una alimentación saludable, involucrando productos con bastante carga nutricional y también consume alimentos que contengan triptófano y melatonina. O en todo caso, adquiere complementos que compongan ambos elementos, así tu metabolismo energético llenará de energía tu organismo y vivirás con mayor vitalidad.

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