Hace algunos años, tenía una amiga de nombre Mariana que, desde que la conocí llamó mucho mi atención debido a la palidez de su rostro, una palidez que se notaba anormal. A medida que charlábamos, me comentó que, desde muy pequeña, siempre tuvo los ojos un poco hundidos con las ojeras muy prominentes y la piel muy amarilla; además, constantemente sufría mareos, mucho sueño y su desempeño laboral era bajo.
Recuerdo que, una vez me comentó que le gustaba mucho bailar y viajar, pero por su condición, lo hacía muy poco. El problema que padecía era anemia crónica. Hace mucho que no veo a Mariana y no tengo certeza de que haya corregido ese padecimiento, pero, inspirada en ella, quiero hacer este blog para todas las personas que sufren de anemia, indicándoles algunos consejos para poder corregirla.
¿Qué es la anemia?
Se trata de un trastorno sanguíneo muy común, que consiste en la carencia o disminución de la cantidad normal de glóbulos rojos. La anemia es un problema de salud que afecta a un tercio de la población mundial, no se la considera una enfermedad como tal, sino, una condición como resultado de la escasez de hemoglobina, hierro y, como lo mencioné, una cantidad de glóbulos rojos muy reducida.
Cuando se tiene anemia, el cuerpo no recibe suficiente cantidad de sangre rica en oxígeno, la falta de este elemento produce cansancio constantemente. También se manifiesta con dificultades para respirar, mareos, dolores de cabeza y arritmias cardíacas. Este problema, a su vez, provoca que el corazón trabaje el doble, para bombear la cantidad adecuada de oxígeno a todo el organismo.
A causa de eso, muchas personas anémicas, como mi amiga Mariana, no logran realizar actividades físicas porque las células no pueden transportar oxígeno, haciendo que la persona se sienta muy mal.
¿Cuáles son los síntomas de la anemia?
¿Cómo saber si tengo anemia? El síntoma más común es la fatiga, otros síntomas que aparecen pueden ser:
- Piel pálida.
- Ritmo cardíaco muy irregular.
- Dificultad para respirar.
- Dolor de pecho.
- Dolores de cabeza.
- Mareos.
- Cansancio excesivo.
- Debilidad.
- Descenso de la presión arterial al pararse desde una posición sentada o acostada.
- Cambios de humor frecuentemente.
- Dificultad para concentrarse.
- Lengua agrietada o enrojecida.
- Pérdida de apetito.
Estos síntomas pueden variar de acuerdo a la gravedad de la anemia y la velocidad con la que se desarrolle. Si la anemia llega a un grado muy alto, los síntomas pueden aparecer, incluso si uno está reposando y puede dar lugar a rupturas de vasos sanguíneos y hemorragias.
Causas de la anemia
La importancia de contar con una salud en buenas condiciones, sin el peligro de padecer anemia, se basa en la necesidad del cuerpo de contar con la cantidad correctamente proporcionada de glóbulos rojos. Estas células transportan hemoglobina, una proteína compleja que se adhiere a las moléculas de hierro; estas moléculas, a su vez, transportan oxígeno desde los pulmones al resto del cuerpo.
Las causas de la anemia pueden ser numerosas, las más recurrentes son:
- Deficiencia dietética: Principalmente la falta de hierro desencadena en anemia, a esto le sigue el déficit de vitamina B12 y ácido fólico.
- Períodos de rápido crecimiento con altos requerimientos de energía: Como la pubertad y el embarazo, donde el cuerpo demanda una gran cantidad de nutrientes, que, al no satisfacer, desembocan en anemia.
- Mala absorción de los nutrientes: Cuando el cuerpo no puede absorber y utilizar los nutrientes de los alimentos, por ejemplo, las personas celíacas, pueden contraer este problema de salud.
- Infecciones: Por ejemplo, la malaria y septicemias, reducen la vida de los glóbulos rojos.
- Trastornos hereditarios: Por ejemplo, la talasemia y la enfermedad de células falciformes.
- Destrucción mecánica: Las válvulas cardíacas mecánicas pueden dañar los glóbulos rojos, reduciendo su vida útil.
- Trastornos autoinmunes: La anemia hemolítica autoinmune, en la que las células inmunitarias atacan a los glóbulos rojos, reduciendo su vida útil.
- Drogas y medicamentos: El alcohol, los antibióticos, medicamentos antiinflamatorios y anticoagulantes pueden provocar anemia.
- Enfermedades crónicas: Como la diabetes, artritis reumatoide, tuberculosis, entre otras.
- Pérdida de sangre: Debido a traumatismos, cirugías, úlceras pépticas, menstruación abundante, cáncer y donaciones frecuentes de sangre; son grandes factores de riesgo.
- Trastornos hormonales: Como el hipotiroidismo, por ejemplo, es un desencadenante de anemia.
- Glóbulos rojos reducidos, deteriorados o destruidos: Eso se debe a consecuencia de enfermedades en la médula ósea, como la leucemia, que es cáncer en la sangre. En el peor de los casos, cuando este cáncer está muy avanzado, directamente destruye o no permite a la médula ósea a producir estas células.
Algunos grupos de personas con riesgo a padecer esta condición son:
- Mujeres con menstruaciones irregulares y abundantes.
- Mujeres embarazadas o lactantes.
- Bebés prematuros o mal alimentados.
- Niños con cierto grado de desnutrición.
- Personas en edad de la pubertad.
- Personas que siguen una dieta vegetariana o vegana y que no compensan la falta de los nutrientes de la carne animal o los alimentos procedentes de animales.
- Personas con cáncer de cualquier tipo, úlceras estomacales u otras enfermedades crónicas.
- Deportistas que no compensan la pérdida de nutrientes con el desgaste físico.
¿Cuáles son los tipos de anemia?
Hay una variedad de tipos de anemia que pueden presentarse y estas son:
- Anemia por deficiencia de ácido fólico.
- Anemia por déficit de vitamina B12.
- Anemia por carencia de hierro.
- Anemia por enfermedad crónica.
- Anemia hemolítica.
- Anemia aplásica idiopática.
- Anemia megaloblástica.
- Anemia perniciosa.
- Anemia falciforme.
- Talasemia.
Sin embargo, la anemia más común es la que se presenta por carencia de hierro.
Alimentos para combatir la anemia
¿Cómo curar la anemia? La respuesta varía dependiendo del grado y tipo de anemia; cuando es muy crónica, el tratamiento incluye trasfusiones de sangre. Si es leve o fuerte, sin llegar a un grado crónico, se debe consumir alimentos ricos en hierro, vitamina B12 y ácido fólico; o consumir complementos alimenticios que contengan estas vitaminas y minerales.
¿Qué alimentos se debe consumir para la anemia?
- Carnes rojas.
- Mariscos.
- Frutos secos.
- Huevo.
- Alfalfa germinada.
- Avena.
- Higos secos.
- Kiwi.
- Lentejas.
- Remolacha.
- Pan de cebada o integral.
- Perejil, espinaca y rúcula.
- Frijoles negros.
- Frutas con vitamina C.
Complementos alimenticios para combatir la anemia
En cuanto a los complementos alimenticios que puedes consumir, si acaso padeces de anemia, o tienes familiares con este problema; son dos maravillosos productos de Ana María Lajusticia:
La espirulina es un complemento alimenticio vegetal que contiene múltiples vitaminas y minerales. Es una fuente de proteínas de alto valor biológico perfecta para añadir en la alimentación de personas con los factores de riesgo que anteriormente mencioné; ya que ayuda a mantener los niveles nutricionales equilibrados, permitiendo así, eliminar el riesgo de sufrir anemia.
La levadura de cerveza, por su lado, es una de las fuentes más ricas en vitaminas del complejo B, como la vitamina B12 y el ácido fólico; además de proporcionar una alta cantidad de hierro. Este complemento es ideal para fortalecer el sistema inmunológico y combatir la anemia.
Recuerdo que, en mi infancia, mi abuelita solía darme de comer hígado de vaca, me daba de tomar el jugo del asado que, según ella, contiene mucho hierro; y me daba aceite de bacalao, todo eso para prevenir que sufriera anemia.
Tal era su miedo que, una vez, compró aceite de bacalao puro del animal; fue lo más asqueroso que probé en la vida, todavía recuerdo el sabor nauseabundo. También se la pasaba revisando el interior de mis ojos en busca de señales de anemia de una forma obsesiva. Gracias a Dios, nunca tuve ese problema, me imagino que es porque me encantaba comer remolacha cruda y, obviamente, el cuidado intenso de mi abuela también ayudó.
Lamentablemente, esa suerte no tuvo mi antigua amiga Mariana, si en aquel tiempo hubiera conocido los complementos de Ana María Lajusticia, se los hubiera recomendado mucho. No obstante, tú tienes suerte de estar presente leyendo este blog, porque ya conoces lo que es la anemia, ya sabes qué alimentación llevar para prevenirla o contrarrestarla y qué complementos debes añadir a tu dieta para combatirla completamente: Espirulina y Levadura de cerveza.