El magnesio para niños es un mineral indispensable para el funcionamiento correcto del cuerpo, ya que ayuda al desarrollo y formación de su organismo.
¿Sabes si tu niño tiene la cantidad necesaria de magnesio? En este artículo recibirás una guía para identificar si tu pequeño tiene déficit de magnesio y cómo controlarlo mediante la alimentación, para evitar problemas de salud a futuro.
Deficiencias del mineral magnesio en niños
Los síntomas de los niños con déficit de magnesio son claros y provienen desde antes de nacer. Es decir, si la madre gestante presenta síntomas como ansiedad, calambres, contracturas musculares, parpadeo continuo de un ojo y vómitos después del tercer trimestre, quiere decir que tiene déficit de magnesio.
Una vez que el bebé ha nacido, los síntomas de falta de magnesio son:
- Hipo frecuente e intenso: Sus músculos del diafragma se contraen continuamente.
- Vómitos: El bebe devuelve la leche con facilidad.
- Espasmos: Se presentan cuando llora en exceso y queda paralizado.
- Movimientos involuntarios: Las manos y las piernas no se quedan quietas por mucho tiempo.
Cuando hay deficiencia de magnesio en los niños, ellos presentan otros síntomas:
- Dolor de piernas: Cuando realizan movimientos físicos como correr o saltar, los niños sienten molestias o debilidad en sus extremidades inferiores.
- Hipo frecuente: Les afecta con facilidad y en cualquier momento.
- Vómitos: Suelen darse cuando porque no tienen una buena digestión.
- Duermen intranquilos: Algunos hablan mientras duermen o sienten que su cuerpo se mueve involuntariamente.
- Despiertan cansados: Al no pasar una buena noche, los niños se sienten agotados.
- Pereza: No pueden concentrarse en sus actividades escolares porque no descansaron bien, sienten fatiga y flojera.
Convulsiones en niños
Cabe aclarar, los niños con deficiencia de magnesio pueden tener convulsiones, pero no se deben confundir con el padecimiento de epilepsia. En este caso, es imprescindible consultarlo con un especialista para no confundir los diagnósticos. La epilepsia se identifica por temblores del cuerpo acompañados de mordidas en la lengua y, en muchos casos, las personas se orinan involuntariamente.
Para reconocer la diferencia entre ambas, es necesario realizar estudios solicitando el grado de magnesio que el paciente pueda tener en su cuerpo. En caso de que el niño tenga epilepsia, el magnesio no cura esta afección, pero puede aportar en la salud de su organismo.
Los niños pueden tomar magnesio
En la actualidad, la producción de alimentos que contengan magnesio se ha ido reduciendo, a raíz de este problema y para que los niños tengan la cantidad requerida de este mineral, es necesario recurrir a los complementos nutricionales acompañados de una dieta balanceada.
Los niños durante su etapa de crecimiento necesitan de 15 a 30 mg de magnesio por día. Por la facilidad de consumo y porque es poco perceptible, los menores pueden ingerir carbonato de magnesio en polvo. Este complemento alimenticio se diluye en líquidos. Para los bebés, puede añadirse la medida de cuarta cucharilla en la leche. Después del año, el magnesio se diluye media cucharilla en la papilla o en el yogurt.
A partir de los 6 años, los niños pueden tomar magnesio en una cucharilla al ras, disuelta en líquidos como leche, jugos de fruta o licuados. Para los niños de 12 años en adelante, la dosis es de una cucharilla colmada del complemento alimenticio, que puede consumirse con frutas ácidas. Si los niños de 11 a 12 años presentan problemas con los cartílagos de las rodillas, pueden consumir magnesio con colágeno.
Recuerda, el magnesio en niños es indispensable para su buena salud. Incluye alimentos ricos en magnesio como semillas, cereales integrales, frutos secos, nueces, lácteos, verduras de hojas verdes y cacao. Con todos estos alimentos, ahora podrás poner en práctica tus dotes culinarios y hacer que tus niños consuman los nutrientes adecuados para crecer sanos y fuertes. No olvides acompañar la dieta de tus hijos con complementos alimenticios en polvo, ricos en magnesio.