Escuchas hablar de artritis y lo primero que viene a tu mente es la imagen de un anciano sufriendo esta enfermedad. Estamos tan acostumbrados a ver a nuestros abuelitos siendo afectados por este problema, cuando van entrando a la etapa de la vejez o tercera edad, que se nos hace muy común asociar la artritis reumatoide con ellos.
Sin embargo, la artritis es una enfermedad que puede afectar a personas de menor edad, existiendo casos entre los 35 a 50 años. Las estadísticas indican que, esta enfermedad ataca mayormente a mujeres, siendo afectadas 3 veces más que los hombres; esto se debe a causas hormonales.
¿Qué es la artritis reumatoide?
La artritis se trata de una inflamación de las articulaciones. Una articulación es la zona donde dos o más huesos se unen. Cuando hablamos de artritis reumatoide (el tipo de artritis más común), hablamos de una enfermedad autoinmune donde las mismas defensas atacan el recubrimiento de las articulaciones, provocando hinchazones crónicas.
En este tipo de artritis, la inflamación conduce a un daño severo de la articulación, especialmente del cartílago. Generalmente se presenta en las muñecas, nudillos de las manos, pies, caderas, hombros, codos, tobillos. La artritis reumatoide también puede afectar la zona lumbar de la columna y el cuello, pero en un grado menor. Afecta a 0,5 % de la población mundial, del cual, 75% de los afectados son mujeres.
Signos de artritis reumatoide
- Dolor articular, rigidez o hinchazón que ocurre en las mañanas o después de una actividad física.
- Limitaciones en el movimiento de las regiones articulares.
- Sensibilidad y enrojecimiento de la piel alrededor de la articulación.
- Bloqueo de la articulación en pleno movimiento.
- Poco apetito, pérdida de peso y fiebre prolongada en la zona afectada.
Causas de la artritis reumatoide
La artritis no tiene causas médicas reconocidas, de hecho, la medicina desconoce sus causas aún hoy en día; pero sí existen factores de riesgo para padecerla, que son:
- Obesidad: El exceso de peso provoca mucho sobresfuerzo en la funcionalidad de las articulaciones. En especial de las rodillas, cadera y columna.
- Lesiones articulares previos: Son muchas las posibilidades de que, una persona que sufrió algún tipo de lesión articular en el pasado, sea realizando deportes u otras actividades físicas; padezca artritis con el tiempo.
- Factor de género: Las mujeres son las más propensas a desarrollar artritis reumatoide que los hombres. 1 de cada 4 mujeres son afectadas por este problema, debido a los constantes cambios hormonales que pueden debilitar las articulaciones.
Incluso, las mujeres jóvenes pueden desarrollar artritis reumatoide juvenil, que aparece en adolescentes en etapa de la pubertad.
- Edad: El riesgo de sufrir artritis crece a medida que la edad avanza, debido al desgaste y deterioro físico que sufren las personas.
- Antecedentes familiares: Algunos tipos de artritis son hereditarios, siendo muy probable que contraigas artritis en caso de que tus padres y abuelos la hayan padecido.
- Factores ambientales: Como la contaminación del aire, la exposición al tabaco u otros gases y vapores tóxicos pueden desencadenar el padecimiento de la artritis.
Es importante recalcar que, la artritis no es una enfermedad únicamente de ancianos, aunque en su mayoría son las personas de la tercera edad quienes la sufren. Es una enfermedad que puede aparecer a cualquier edad, incluso en niños, pero en ellos se trataría de otro tipo de artritis.
Sí puede aparecer a partir de los 18 años a 60 años, sin embargo, los casos más comunes son personas a partir de los 50 años. Por tanto, médicamente se considera una enfermedad de la mediana edad, que afecta especialmente a mujeres tras la menopausia.
Tratamiento para la artritis reumatoide
La artritis reumatoide es una enfermedad que carece de cura y es crónica, pero, con los tratamientos se puede lograr reducir el impacto de esta enfermedad y evitar sus síntomas y secuelas que produce. El tratamiento para la artritis reumatoide se debe realizar en etapa temprana de la enfermedad, con una serie de medicamentos corticoides y antiinflamatorios para controlar el dolor y la inflamación de los pacientes.
Antiguamente, la artritis era una enfermedad muy discapacitante que se trataba bebiendo el líquido de la corteza del sauce, porque se decía, que tenía poderes calmantes y desinflamantes. Actualmente, sigue teniendo el mismo impacto si no se trata tempranamente con un adecuado tratamiento.
Esta enfermedad puede dejar secuelas en las articulaciones y provocar problemas más serios en la salud, tales como:
- Osteoporosis: La artritis inflama las articulaciones y debilita los huesos, aumentando el riesgo de contraer osteoporosis.
- Síndrome de Sjogren: Las personas afectadas con artritis sin realizar ningún tratamiento, tienen mayor riesgo de padecer este síndrome, un trastorno que disminuye la humedad de los ojos y boca, provocando sequedad extrema.
- Infecciones: El padecimiento de artritis vulnera la salud general de la persona afectada, ya que debilita el sistema inmunológico, haciéndola más propensa a contraer infecciones de todo tipo.
- Síndrome del túnel carpiano: Cuando la artritis afecta las muñecas, puede provocar que la inflamación comprima el nervio que irriga la mayor parte de las manos y dedos.
- Linfoma: La artritis aumenta la probabilidad de sufrir linfoma, un grupo de cánceres de la sangre que se desarrollan en el sistema linfático.
- Enfermedades cardíacas: Esta enfermedad articular puede provocar el endurecimiento y obstrucción de las arterias; y la inflamación del saco que rodea el corazón.
- Enfermedades pulmonares: Las personas afectadas de artritis reumatoide pueden verse propensas a adquirir algún tipo de enfermedad respiratoria, que debilite el tejido pulmonar.
Si buscas cómo evitar la artritis reumatoide, debes prestar mucha atención al cuidado de tus articulaciones desde temprana edad; cuidar tu alimentación y el nivel de esfuerzo físico que realizas.
Algunos consejos naturales que puedes llevar a cabo, en caso de que padezcas esta enfermedad son:
- Ejercicio regular: Obviamente, con la guía de un entrenador, un fisioterapeuta y cuidando cada movimiento; es necesario que mantengas tu cuerpo activo para reducir el impacto de la artritis y bajar de peso en caso de que sufras de sobrepeso. Lo más recomendable, es que realices ejercicios de bajo impacto, como la natación.
- Terapia caliente y fría: La terapia de frío y calor es bastante aconsejado para reducir la artritis. El tratamiento de terapia caliente promueve la salud a largo plazo de las articulaciones, ya que, ayuda a eliminar el estrés acumulado; por tanto, se debe colocar compresas o baños calientes para aliviar el dolor.
Por su lado, el tratamiento de terapia en frío tiene el objetivo de calmar los dolores rápidamente; el uso de compresas frías ayuda a reducir la hinchazón de las zonas afectadas.
- Dieta saludable: Fundamental, siempre lo digo, mantener una dieta equilibrada. En este caso, es preciso añadir bastante omega-3 para fortalecer las articulaciones.
- Yoga y masajes: Son dos excelentes formas de mantener en buen estado las articulaciones. Si tu objetivo es prevenir la artritis, estas opciones pueden ser de mucha ayuda, porque suaviza la rigidez articular.
- Remedios naturales: Usando geles tópicos y aceites esenciales, son eficaces para bajar la inflamación y dolor de las articulaciones afectadas.
¿Cómo aliviar los dolores de la artritis reumatoide?
Una increíble forma de reducir el impacto de la artritis, es añadiendo el cloruro de magnesio a los tratamientos que estés realizando para controlar esta enfermedad. El cloruro de magnesio se ha popularizado como la “sal de vida” por sus múltiples propiedades y beneficios en la salud.
Esta sal tiene poderes sedantes, optimiza la correcta función de los impulsos nerviosos, ayuda a prevenir infartos, ayuda a prevenir la osteoporosis, normaliza la presión arterial, regula la digestión, previene la formación de cálculos renales, previene problemas de próstata.
Específicamente, en la artritis, ayuda a desinflamar las articulaciones afectadas y libera de calcificaciones a las articulaciones y arterias, a la vez que fortalece los huesos calcificándolos de manera natural.
El cloruro de magnesio debes consumirlo una vez al día, disolviendo una cucharada de la sal en un vaso de agua o jugo de naranja o limón. Se recomienda que utilices un vaso y cuchara de madera, bambú o plástico; no de metal porque puede oxidar la sal, dificultando su absorción.
Añade el cloruro de magnesio a tu alimentación diaria y así, podrás controlar los signos y secuelas de la artritis reumatoide de forma natural.